Y aunque no te lo creas, el tiempo es traicionero, no cura las heridas, siempre deja llagas. Aunque no quieras está dispuesto a que llegue ese día en que tú y yo por una cosa o por otra nos tengamos que decir adiós. Es así de malo para los humanos. Vamos a contrarreloj, la vida se nos escapa de las manos.
te sigo.. es genial tu blog me encanta
ResponderEliminargracias por pasar aca estoi otra vez (:
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