Y que te rías de mí todos los días del año, a todas horas, mientras me pongo cabezona, me enfado y me demuestras que te da igual lo que te diga o haga con besos. Que me acaricies cuando descanso en el césped o en la playa. Que me hagas cosquillas y que lo único que consigas sea clavarme los dedos en las costillas, quererme de día y de noche, querernos siempre.
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