Y sus ojos azules empezaron a brillar, de una forma inesperada se le inundaron los ojos. No podía imaginarse, ni creerse que esa persona que tanto apreciaba desde hacia tiempo se había metido tan dentro. Se había ganado un hueco en su corazón, hueco que poca gente hasta entonces había conseguido. Aunque el miedo le ganase, por una vez en su vida tenía las cosas claras, sabía que lo quería. No podía disimularlo ni negarlo por más tiempo, sentía algo tan especial que al pensar en él, en su forma de ser, en como la trataba, en lo que habían vivido, en como la miraba.. rompió a llorar.
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